En mí, la primavera / Viktor Frankl









De todo lo expuesto debemos sacar la consecuencia de que hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la "raza" de los hombres decentes y la raza de los indecentes. Ambas se encuentran en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo se compone de hombres decentes o de hombres indecentes, así sin más ni más. En este sentido, ningún grupo es de "pura raza" y, por ello, a veces se podía encontrar, entre los guardias, a alguna persona decente. La vida en un campo de concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luz sus abismos. ¿Puede sorprender que en estas profundidades encontremos, una vez más, únicamente cualidades humanas que, en su naturaleza más íntima, eran una mezcla del bien y del mal? La escisión que separa el bien del mal, que atraviesa imaginariamente a todo ser humano, alcanza a las profundidades más hondas y se hizo manifiesta en el fondo del abismo que se abrió en los campos de concentración. Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. ¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. 











La libertad, no obstante, no es la última palabra. La libertad sólo es una parte de la
historia y la mitad de la verdad. La libertad no es más que el aspecto negativo de cualquier
fenómeno, cuyo aspecto positivo es la responsabilidad. De hecho, la libertad corre el peligro
de degenerar en nueva arbitrariedad a no ser que se viva con responsabilidad. Por eso yo
recomiendo que la estatua de la Libertad en la costa este de EE. UU. se complemente con la
estatua de la Responsabilidad en la costa oeste. 





A medida que la vida interior de los prisioneros se hacía más intensa, sentíamos también la belleza del arte y la naturaleza como nunca hasta entonces. Bajo su influencia llegábamos a olvidarnos de nuestras terribles circunstancias. 











El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a las otras; pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser —dentro de los límites de sus facultades y de su entorno— lo tiene que hacer por sí mismo. 
En los campos de concentración, por ejemplo, en aquel laboratorio vivo, en aquel banco de pruebas, observábamos y éramos testigos de que algunos de nuestros camaradas actuaban como cerdos mientras que otros se comportaban como santos. 
El hombre tiene dentro de sí ambas potencias; de sus decisiones y no de sus condiciones depende cuál de ellas se manifieste. 
Nuestra generación es realista, pues hemos llegado a saber lo que realmente es el hombre. Después de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shema Yisrael en sus labios. 













He encontrado el significado de mi vida ayudando a los demás a encontrar en sus vidas un significado.



#El hombre en busca de sentido
#Viktor Frankl








Querida Kitty:


El sol brilla, el cielo es de un azul intenso, el viento es
agradable, y yo tengo unas ganas locas -unas ganas locas- de todo...
De charlar, de libertad, de amigos, de soledad. Tengo unas ganas
locas... de llorar. Querría estallar. Las lágrimas me apaciguarían, lo
sé, pero soy incapaz de llorar. No me quedo quieta, voy de una
habitación a otra, me detengo para respirar a través de la rendija
de una ventana cerrada, y mi corazón late como si dijera: «Pero,
vamos, satisface de una buena vez mi deseo......
Creo sentir en mí la primavera, el despertar de la primavera;
lo siento en mi cuerpo y en mi alma. Me cuesta lo indecible
portarme como de costumbre, tengo la cabeza enmarañada, no
sé qué leer, qué escribir, qué hacer. Sólo sé que me invade una
gran ansiedad.


Tuya,
                       Ana


#Diario
#Ana Frank




Fotografías: Sol Rithner










#En mí, la primavera 
#Buenos Aires, barrio de Caballito, Bar El Coleccionista, 10 de marzo de 2018

#Coleccionistas de Palabras / Mónica Tempesti / Sol Rithner/ Silvia Galiano/ Silvia Sarcansky/ Alejandra Pultrone



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