Vilariño por Tempesti

Kenzo


Otra tarde igual que la anterior y a muchas otras. De ahora en más sé que no me pondré ese perfume.

No sé si estoy triste por no tenerte o por la idea de que lo que fue, no volverá a ser.

No me imagino con otra persona, aún no. Donde voy, me encuentro con mi pasado a tu lado. Eso atormenta mi interior. Ese lugar donde reinaba el amor, hoy reina la soledad.

Sin vos, sin voz. Donde reina la nada.





Como en la playa virgen 


¿Te acordás de esa playa que vos querías conquistar y se nos reveló en una tarde de febrero? 
¿Esa emoción que sentimos los dos donde fundamos nuestro amor?

Ahora ya no es nuestra.

Otros corazones sentirán algo similar a lo que sentimos nosotros.

Repaso ese momento por última vez para olvidar. 

Hoy saqué un boleto de micro de larga distancia lejos de aquel lugar.

Después de todo, es mi corazón el que está como una playa virgen para ser descubierto.







Pobre Rubén, creíste.  


Cuando llegué al hotel fuiste el primero en hablarme. Me decías lo caluroso que era el entrepiso donde estaban nuestras habitaciones. Tenías razón. Ese verano fue especialmente cruel, con temperaturas muy altas.
Tiempo después llegó otro huésped, un muchacho de unos 35 años. Lo noté raro. Algo andaba mal con ese pibe. Se hizo confidente tuyo, me contaste. Te advertí que tuvieras cuidado. Te enamoraste de él a pesar de que tenía una novia que lo visitaba todos los fines de semana. 
Me evitaste durante cierto tiempo. No sabías que otras personas me contaban que te habías enamorado. Me dijeron que él  también sentía lo mismo. 
Mentira. Yo te advertí.
Y vos pobre Rubén, creíste. 

Mónica Tempesti

( Como en la playa virgen y Pobre Rubén, creíste, son  fragmentos de versos que pertenecen a poemas de Idea Vilariño sobre los que trabajó Mónica Tempesti)





Coleccionistas de Palabras 
Ciudad de Buenos Aires, Bar el Coleccionista, junio 2024.

Fotos/ AP.


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