Homenaje a Anahí Lazzaroni / Alejandra Pultrone


Tulipán tardío 
Foto: Anahí Lazzaroni




“Creí que nunca te iba a ver”. Esas fueron las palabras iniciales que escuché de Anahí  la primera vez que viajé a Ushuaia para visitarla en su casa de la calle Gobernador Campos.  Atravesé el umbral y abrí la puerta siguiendo sus indicaciones. Llevábamos más de 20 años de amistad pero sin conocernos personalmente. A mediados de los años 90, yo codirigía un sello editorial de poesía. Ambas participamos de  una serie de antologías de poesía argentina, espacio en el que se habían reunido muchos poetas que publicaban en esos años. 
Nuestra amistad fue creciendo de a poco, con el intercambio de libros y material literario que nos enviábamos. Desde el primer momento que leí sus poemas, Anahí se convirtió  en mi par, una compañera de ruta poética. De mi generación poética. Creo que  es un lazo muy fuerte, el de  sentirse par, parte con otro. Primero nos escribíamos con cierta formalidad, acercándonos lecturas y nuestros poemas. Después pasamos al teléfono, con esas tarjetas que se compraban antes en los kioscos, charlábamos muchas veces después de la cena. Y cuando las redes sociales aparecieron, la inmediatez del chat, ayudó a derribar la distancia geográfica tan grande entre nosotras. Anahí se convirtió en la  amiga que me acompañaba diariamente. Todos los que la conocimos, podemos hablar  de su humor, inteligente y absurdo. El cantar de los cantares, los plomeros de Ushuaia, el frío, la coca cola light, las películas, el último libro,  las capillas literarias, los amores perdidos, la familia… Un diálogo  extenso, sin interrupciones, sin signos de puntuación. Sin punto seguido, ni holas ni buenos días para iniciar la charla. Su amistad fue una presencia constante, una escritura que resonaba entre las noches de Ushuaia y Buenos Aires. 

Unos pocos días antes de su partida viajé a Ushuaia. Tomamos un café con chocolates  y nos reímos como siempre. 
 Prefiero no pensar en despedidas.


Alejandra Pultrone

Homenaje a Anahí Lazzaroni en la Feria del Libro de Buenos Aires, abril 2019.




colores de Ushuaia
Foto: Alejandra Pultrone
                                       


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