Dos semanas / Mónica Tempesti



Hacía tiempo que no me tomaba vacaciones, en el trabajo casi me obligaron a irme. Me dieron dos semanas la primera quincena de marzo. Algún dinero tenía ahorrado y fui a Santa Teresita. Estaba en un momento complejo, tenía más de 50 años y me acechaban la culpa y el arrepentimiento.

Subí al micro desganada pero pronto empecé a sonreír y a despatarrarme en el asiento individual. Escuchaba música del celular y cuando apagaron las luces tomé mis pastillitas y me quedé dormida.

 Al despertar ya habíamos llegado.El hotel estaba ubicado sobre la avenida de la costa, a unas cuadras del centro. Me registré. El cuarto era lindo, un lateral desde donde se veía el mar. Descansé un rato más, desayuné y fui a la playa. Caminé con el agua hasta la rodilla y como hacía calor, dejé mí mochila en la arena cerca de la torre seis de los guardavidas. Entré al mar y quedé como en una misma línea con otra gente que gritaba y reía. Me contagiaron, estar en el mar es lo más lindo que una persona puede hacer. Es divertido, peligroso y te conectas con la gente que está con vos. Me reí mucho y junto con unas adolescentes gritaba como loca hasta que se oyeron los silbatos y tuvimos que salir porque pusieron banderín rojo. Me tiré al sol, vi la hora y me dieron ganas de comer algo. Había quedado conmigo misma en salir de día y quedarme por la noche en el hotel. Así que caminé un poco y encontré un restaurante sencillo; comí pescado ahí todos los días que fui. Cómo llegaba temprano, me iba cuando comenzaba a llenarse. Caminaba hacia el hotel, descansaba un poco y volvía al mar. Dentro del mar nadie te pregunta si estás sola, disfrutamos todos. Hice esa rutina una semana pero ya me quería volver, me empecé a sentir mal y el martes regresé. Luego las cosas cambiaron. 

Fui a Mar del Plata y me quedé las dos semanas a full. El agua del mar marplatense quita penas, de verdad lo digo. 

A partir de ese momento, siempre he regresado a Mar del Plata, esperando que se acerquen las olas para volver a gritar.


Mónica Tempesti

Dos semanas


foto / AP.

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