Alegres e invictos / Ernest Hemingway






Todo en él era viejo, salvo sus ojos; 

y estos tenían el color mismo del mar 

y  eran alegres e invictos. 











En la oscuridad el viejo podía sentir venir la mañana, 

mientras remaba oía el tembloroso rumor de los peces 

voladores que salían del agua y el siseo que sus rígidas alas 

hacían surcando el aire en la oscuridad. 







Sentía una gran atracción por los peces voladores que eran

 sus principales amigos en el océano. 

Sentía compasión por las aves, especialmente las pequeñas, 

delicadas y oscuras  golondrinas de mar.




pensó: las aves llevan una vida más dura que nosotros, 
salvo las de rapiña y las grandes y fuertes. 
¿Por que habrán hecho pájaros tan delicados y tan finos 
como esas golondrinas de mar cuando el océano es capaz de 
tanta crueldad? 

El mar es dulce y hermoso. 

Pero puede ser cruel, y se encoleriza tan súbitamente, y esos 
pájaros que vuelan, picando y cazando con sus tristes voces
son demasiado delicados para la mar.

Decía siempre la mar. 

Así es como le dicen en español cuando la quieren. 






El sol se levantó del mar, tenue y el viejo pudo ver los otros 
botes, bajitos en el agua, y bien hacia la costa, 
desplegados a través de la corriente.  
El sol se tornó más brillante y su resplandor
cayó sobre el agua; luego, al levantarse más en el cielo,

 el mar plano lo hizo rebotar contra los ojos del viejo, hasta causarle daño; y siguió remando sin mirarlo. 






Miraba al agua y vigilaba los sedales que se sumergían verticalmente en la tiniebla del agua. 
Los mantenía más rectos que nadie, de manera que a cada nivel en la tiniebla de la corriente hubiera un cebo esperando exactamente donde él quería que estuviera por cualquier pez que pasara por allí. 
Otros los dejaban correr a la deriva con la corriente y a veces
estaban a sesenta brazas cuando los pescadores creían que estaban a cien.



“Pero –pensó el viejo– yo los mantengo con precisión. 
Lo que pasa es que ya no tengo suerte. 
Pero ¿quien sabe? Acaso hoy. Cada día es un nuevo día. 

Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser exacto. 

Luego, cuando venga la suerte estaré dispuesto."


#El viejo y el mar
#Ernest Hemingway





Hemingway delira:

https://www.youtube.com/watch?v=IHwzuyuXdT0








#Coleccionistas en viaje
#Bar La Bodeguita del Medio
#Fotos/Agustín Francis
#Mar del Plata, 5 de marzo de 2017.



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