#TurbulenciasColeccionistas

           


                                      


Horacio Quiroga visita la casa de la calle Tronador.

Las chicas de nombre Nora: de Borges a Lange.

No hay rechazo que por bien no venga.

                                         
                                                                 

                                                     

En aquellas tertulias conoció a Alfonsina Storni, con quien logró una gran afinidad. Compartían éstas y otras reuniones literarias, dando largos paseos donde conversaban de todo, incluso de la crianza de los hijos, ya que el vástago de Alfonsina, Alejandro, tenía la misma edad que Darío Quiroga. Viajaban juntos al Uruguay. También eran entusiastas del cine, algo que muy  pocos de su círculo aprobaban. Quiroga y Storni iban a ver los estrenos al Gran Splendid, inaugurado en 1919, en Santa Fe y Callao, donde hoy siguen presentes, ya que ahí funciona la mayor librería del país. Algunas noches se reunían para comer en sus casas con los hijos.

Daniel Balmaceda, Romances argentinos de escritores turbulentos.

                                         

La intuición.
El uno para el otro.
La media medalla.
Completas.
Devastaciones.






Intuyo que el verdadero lugar de la originalidad no es ni el otro ni yo, sino nuestra propia relación.

Es la originalidad de la relación lo que es preciso conquistar. La mayor parte de las heridas me vienen del estereotipo: estoy obligado a hacerme el enamorado, como todo el mundo: a estar celoso, abandonado, frustrado, como todo el mundo. Pero cuando la relación es original, el estereotipo es conmovido, rebasado, eliminado,y los celos, por ejemplo, no tienen ya espacio en esa relación sin lugar, sin topos, sin " plano", sin discurso.

Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso.

Históricos mandatos.

Casarse bien.

El futuro lo dibuja el mejor pretendiente.

Amores extraviados.

Mientras, suena la música de George Moustaki.

https://www.youtube.com/watch?v=RC39OeNYoBs

  

-¿Ir a Misiones con ese loco?¡Ni a la esquina, Alfonsina! Ni a la esquina!

La escritora tomó el consejo del pintor. El sueño de Quiroga se frustró por las palabras de su íntimo enemigo , el desplazado “ Chinche” ( Quinquela Martín).

                               

Daniel Balmaceda, Op. Cit.